Geografía

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Asturias está situada en el Norte de España. Es una región montañosa bañada en toda su longitud por el Mar Cantábrico y separada al Sur, de la meseta, por la Cordillera Cantábrica, desde el Este hasta el Oeste, con altitudes superiores a los 2.000 metros a lo largo de la misma. Es la única región de España que tiene estas características, lo que le confiere un clima de dominio atlántico particular. Además, las numerosas montañas y sierras interiores hacen que cada valle de Asturias disfrute de microclimas específicos, lo que hacen de esta región una joya en lo que a la naturaleza se refiere. Asturias es el Paraíso Natural de la España verde.
Una vez se entra en la región por el Este, y después de haber transitado por los concejos litorales del Principado de Asturias hasta el concejo de Villaviciosa, se supera la sierra litoral conocida en Sariego como La Llomba, para encontrarnos con la depresión central mesoterciaria asturiana o cuenca de Oviedo. Se trata de un amplio valle rodeado de suaves montes donde se produce el nacimiento del Río Nora, que discurre por el fondo del valle hasta el Concejo de Oviedo en una superficie con escasas pendientes.

 

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El territorio de los actuales concejos de Sariego (25,73 km2), Siero (211,23 km2) y Noreña (5,29 km2), como buena parte de Asturias, estuvieron cubiertos por el mar en la era Secundaria, eso explica la existencia de fósiles marinos en algunos montes. La orogenia alpina originó esta llanura, que puede considerarse excepcional en la montañosa orografía asturiana. La estructura geológica que domina es la del Secundario, de manera especial calizas, arcillas, margas y areniscas del Jurásico, asentadas sobre el estrato paleozoico del que se puede ver muestra en la Peña Careses, que es una formación de caliza blanca de montaña.
Por el Norte, y separándola de la zona litoral de Gijón y Villaviciosa, se encuentran los montes más elevados del citado territorio, con la máxima altura en El Picu Fariu, de 734 m de altura. Por el sur, y ya en el concejo de Siero, se encuentran alturas que sobrepasan los 500 m y que hacen de divisoria de aguas entre el Río Nora y el Río Nalón. El fondo del valle va en ligero descenso hacia el Oeste, donde confluye en el concejo de Oviedo.
La estructura orográfica descrita, que en conjunto podemos definir como una superficie bastante llana, con ligera inclinación descendente de Oeste a Este y bordeada por dos líneas de cumbres no excesivamente elevadas marca el comportamiento del clima en la comarca donde están asentados los concejos de Sariego, Siero y Noreña.
El clima de dominio atlántico en el que se incluye Asturias es “templado húmedo”, y en las comarcas de Sariego, Siero y Noreña está marcado por una cierta “continentalidad” debido a las características del amplio valle que las forman. En la zona alta del valle hay temperaturas más bajas que en otros lugares próximos, lo que provoca la formación de bolsas de niebla en el fondo del valle, provocadoras de un descenso en las temperaturas. Además, los montes que cierran el valle por el Norte, con alturas que llegan a superar los 700 m en sus cotas más altas, hacen que no tenga un efecto marcado la acción suavizadora del mar en el clima. Por este motivo, las temperaturas mínimas son unos grados más bajas que en la comarca litoral y las temperaturas máximas son también ligeramente más altas. Las temperaturas medias anuales se sitúan en torno a los 18 ºC de máxima y los 7ºC de mínima. Las heladas suelen comenzar en el mes de noviembre y pueden prolongarse hasta entrado el mes de mayo, siendo más frecuentes en el invierno. Suele nevar todos los años, preferentemente durante el invierno, aunque raramente se sobrepasan los 20 cm. de nieve acumulada en las cabeceras más altas de los valles. Normalmente la estación más lluviosa es la primavera y generalmente es enero el mes más frío.
La situación de la atmósfera está determinada por la situación de Asturias en las latitudes medias del hemisferio norte, por tanto, por el flujo continuo de masas de aire del oeste que acceden a ella. Este flujo arrastra las borrascas templadas procedentes del Atlántico, que al llegar a tierra producen abundantes precipitaciones.
La disposición del relieve modifica las condiciones climáticas dependiendo de la dirección que en cada momento tengan los vientos. Los vientos característicos son los vientos del Noroeste (muy húmedos y fríos según la época del año), los vientos del Noreste (fríos y secos, de origen continental), los vientos del Sur (cálidos) y los vientos del Norte (húmedos y fríos). En estas comarcas, al estar orientado el valle en dirección Este-Oeste, los vientos que circulan sin encontrar obstáculos a su paso son los del NO y NE, pudiendo ser de elevada intensidad al no encontrar accidentes orográficos que los frenen, especialmente los vientos del O-NO. Por el contrario, los vientos del Sur no suelen ser especialmente intensos en estas comarcas debido a que la barrera natural constituida por la Cordillera Cantábrica protege a los valles del territorio central asturiano de la fuerza de estos vientos.
Estas favorables condiciones orográficas y climáticas hacen que la comarca de Sariego, Siero y Noreña hayan sido favorables para el asentamiento humano y para el desarrollo de la agricultura y ganadería desde tiempos remotos. Además, la ausencia de grandes accidentes orográficos ha facilitado el desarrollo de una red de caminos que han ido evolucionando desde el origen del poblamiento de la comarca.
La población de estos territorios, aparte de los núcleos urbanos de los tres concejos, es de tipo disperso, y se van encontrando una serie de caserías, lugares, quintanas, aldeas, a lo largo de la comarca, que conforme se aproximan a Oviedo se van transformando en viviendas de moderna construcción y zonas con actividad más comercial e industrial. En todos estos territorios se pueden observar las construcciones típicas asturianas como son los hórreos, paneras y casonas tradicionales, algunas de ellas con blasones que recuerdan su pasada historia.
Dejamos atrás la zona litoral asturiana, por la que hemos llegado procedentes de Villaviciosa hasta Sariego después de cruzar el Cordal de la Llomba. Abandonamos las tierras de cultivo, pomaradas y masas forestales donde abundan las repoblaciones de eucalipto realizadas en el siglo XX en las comarcas litorales de toda la Cornisa Cantábrica, y pasamos a encontrar un paisaje transformado por el hombre para su completo aprovechamiento agrícola y ganadero. Se van abriendo grandes zonas de praderas, cultivos de maíz y “fabas”, y numerosas plantaciones de manzanos, pomaradas, que son utilizadas desde tiempos inmemoriales para la elaboración de la bebida más asturiana: La sidra. Las praderas se separan entre sí en muchas ocasiones con setos vegetales (sebes) que albergan gran cantidad de especies vegetales y animales, y hacen de refugio y cortaviento en la llanura del valle. De esta manera los campos conservan mejor la humedad y aumentan la fertilidad. También abundan las formaciones arbóreas de especies autóctonas como robles, castaños, y otros, y también son frecuentes magníficos ejemplares de árboles aislados en el interior de las praderas o en los lindes de las fincas y caminos. Son numerosos los árboles de ribera y otros de menor porte, así como gran variedad de arbustos.

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En cuanto a la ganadería, se puede disfrutar de la presencia de ganado vacuno en los prados, principalmente de las especies autóctonas Asturiana de los Valles y Asturiana de la Montaña, muy apreciadas por su “carne roxa”, y también de vacas frisonas, productoras de leche de gran calidad de los pastos verdes de los valles que transitamos. También se contemplan ovejas (entre ellas la raza autóctona oveya xalda), cabras (entre las que se encuentra la raza autóctona cabra bermeya), caballos, asnos, y todo tipo de animales de granja, como el caso de la raza autóctona de porcino (gochu asturcelta) o la de la gallina autóctona (pita pinta asturiana).
Por lo que se refiere a la fauna salvaje, se pueden observar desde jabalíes, corzos, zorros, jinetas, martas, hurones, ardillas, tejones, erizos, … hasta aves como mochuelos, lechuzas, urracas, cuervos, arrendajos, águilas ratoneros, halcones peregrinos, azores, alcotanes, alimoches, perdices, codornices,…. un considerable número de otras especies de aves de menor tamaño, reptiles, anfibios, y el mundo a tamaño reducido constituido por los insectos.
En resumen, las comarcas de Sariego, Siero y Noreña son un verdadero Paraiso Natural para la fauna y flora, y para el disfrute del peregrino que las transite en su camino hacia Santiago.